El sector turístico, otra vez complicado

La variante Ómicron vuelve a dificultar los servicios de hotelería y de gastronomía, por el impacto en el personal y en la logística.

Frente al escenario de un verano que prometía ser alentador, qué iba a permitir continuar cubriendo pasivos acumulados, llegó la variante Ómicron para darnos varios sopapos antes de enero. Y, sí, no nos dio tiempo para ponernos en guardia para la nueva batalla, nos sorprendió de golpe. Primero, mandando empleados a sus domicilios por contacto estrecho, uno tras otro, como un reguero de pólvora. Segundo, bajando reservas y teniendo que reacomodar alojamientos previstos y, en muchos casos, pagos de la mejor manera posible.

Es que venimos ya bastante golpeados por varios frentes desde hace tiempo y cuando intentábamos sacar la cabeza de la trinchera para ver un poco el sol, de nuevo todo para abajo, sin personal en muchos casos o con el mínimo frente al mejor mes del año en el turismo.

Así se complican profundamente la atención en plena temporada. Somos el sector servicios más importante en las economías regionales y el personal es prioritario a la hora de atender al turista. Sumado a esta coyuntura, la actividad sufre después de la primera cuarentena eterna la migración de algunos puestos clave en la hotelería y gastronomía hacia otros sectores, lo que ya venía castigando a los establecimientos desde que se habilitaron las aperturas.

Tomar un empleado de un rubro distinto implica una capacitación que no se logra en menos de seis meses, lo cual se transforma en una carrera contra el tiempo que puede acelerarse a cuatro, y listo, se terminó la temporada. Así de complicados estamos con poco personal, capacitando al nuevo si lo encontramos y esperando que vuelvan los contagiados o contactos estrechos a trabajar y que nos ayuden en la capacitación de quienes ingresan a cubrir puestos que quedaron vacantes después del primer encierro.

Varios gastronómicos decidieron poner el cartelito de vacaciones hasta tanto se normalice esta situación. Vale recordar que la hotelería en estos momentos trabaja 24 por 7 a establecimiento completo o con cinco habitaciones ocupadas, imposible tomar esa decisión.

Imploramos que aunque sea durante la segunda quincena sea posible reacomodar un poco la situación, en vistas a un año que no será fácil, según vaticinan los principales economistas argentinos. Si no tendremos que esperar hasta Carnaval o Semana Santa que, si bien son menos días y menos noches, nos darán otra posibilidad, súplica mediante, de lograrlo.

* Diplomado en función pública del Turismo